Los idiomas son entidades dinámicas en constante evolución a través de su uso y la interacción entre diferentes culturas. Cualquier idioma que se hable en múltiples localizaciones da lugar a variaciones, cada una de ellas con sus características y matices únicos. Uno de los ejemplos más llamativos es el chino, que abarca numerosos idiomas, como el mandarín y el cantonés, con diferencias tan notables que deben aprenderse de forma independiente.
En este post, exploraremos algunos de los dialectos del inglés que se usan en el mundo, como el americano, el británico, el australiano y el canadiense, para profundizar en sus diferencias y destacar la importancia de adaptar la traducción a la región específica de destino para garantizar una comunicación eficaz y una comprensión clara y precisa.
Inglés americano: dinámico e informal
El inglés americano, que se utiliza en Estados Unidos, cuenta con el mayor número de hablantes, con unos 250 millones de personas que lo usan como su idioma principal. A la hora de comunicarnos con un público estadounidense, tanto con textos informativos como publicitarios, es fundamental tener en cuenta los siguientes puntos clave:
Informalidad: El inglés americano tiende a ser menos formal que el británico y con frecuencia opta por versiones acortadas de palabras, como “math” en lugar de “mathematics” o “admin” por “administration“.
Ortografía simplificada: Es destacable que el inglés americano omite la letra “u” en determinadas palabras en las que se utiliza “ou” en la variante británica. Podemos buscar el origen de esta diferencia en el American Dictionary of the English Language de Noah Webster, en el que trataba de facilitar el idioma y crear una mayor consistencia en su uso.
Orientado a la acción: El inglés americano utiliza muchas expresiones que denotan acción. Por ejemplo, los estadounidenses “take a shower” mientras que los británicos “have a shower“.
Préstamos lingüísticos: Debido a su diversa población inmigrante, el inglés americano ha adoptado múltiples términos de otros idiomas, lo que ha enriquecido su vocabulario.
Inglés británico: diverso y distintivo
Pese a que suele considerarse una variante homogénea, el inglés británico abarca una amplia variedad de dialectos que se utilizan en el Reino Unido. La comprensión de los matices existentes entre el inglés británico y el americano es fundamental para una comunicación eficaz. Algunas de las principales diferencias son las siguientes:
Ortografía: La ortografía del inglés británico presenta diferencias frente a la americana. Palabras como “colour” incluyen la letra “u”, y verbos como “analyse” y “criticise” terminan en “se” en lugar de “ze”.
Participio: El inglés británico suele utilizar el sufijo “-t” para formar el participio de verbos irregulares, mientras que el americano usa “-ed”. Por ejemplo, “burnt” versus “burned.”
Vocabulario: Estadounidenses y británicos difieren en sus preferencias terminológicas. Por ejemplo, los americanos esperan “in lines”, mientras que los británicos lo hacen “in queues“.
Inglés canadiense: una mezcla de influencias
El inglés canadiense comparte muchas características con el americano, pero a su vez incorpora elementos del británico, lo que le confiere su propia identidad lingüística. Algunos aspectos a destacar son:
Mezcla de ortografía y vocabulario: El inglés canadiense combina elementos de las variantes americana y británica, dando como resultado una mezcla de preferencias ortográficas y terminológicas.
Inglés australiano: oceánico e inconfundible
El inglés australiano se distingue por su particular pronunciación y su vocabulario único. Con influencia tanto del inglés americano como del británico, ha desarrollado sus características propias:
Pronunciación: La pronunciación del inglés australiano se diferencia en gran medida de otras variantes, lo que le otorga un encanto propio.
Vocabulario singular: El inglés australiano cuenta con una amplia variedad de palabras únicas, desde términos cotidianos como “barbie” en lugar de “barbecue“, a “outback” para referirse a las enormes áreas desérticas del continente.
Conclusión: Adaptar el mensaje para lograr el máximo impacto
En lo relativo a la traducción y la comunicación, es fundamental comprender la diversidad que existe entre las variantes del inglés. Aunque las diferencias puedan parecer sutiles, su efecto sobre la comprensión y la creación de un vínculo con su público puede ser muy importante. La adaptación del lenguaje a las regiones y variantes específicas, junto a la localización, garantizarán un impacto certero y eficaz en sus lectores.
En Eagle Language Service, valoramos la importancia de la exactitud lingüística y los matices culturales. Nuestro equipo de expertos traductores conoce las complejidades de cada variante del inglés, lo que nos permite ayudarle a llegar a su público con claridad y precisión.